Sesgos del comportamiento asociados con la participación en el Programa de Asistencia Nutricional[1]

Andrea C. Curet González / Javier J. González Piñeiro
Departamento de Finanzas
Facultad de Administración de Empresas, UPR RP

 

Resumen

Este trabajo de investigación presenta una oportunidad para el diálogo público, a la vez que desarrolla el dominio de temas con pertinencia en la disciplina económica emergente. Si bien, los factores identificados en publicaciones previas sobre la asistencia nutricional pueden explicar los efectos de participar en Programas de Asistencia Nutricional (PAN), también pueden utilizarse para explicar la presencia de sesgos (biases) del comportamiento humano en la participación de este tipo de subsidio gubernamental. La información encontrada permite un acercamiento crítico a la Asistencia Nutricional describiendo sesgos del comportamiento en tres niveles: toma de decisiones para participar del subsidio suplementario, relación con la decisión por trabajo, y decisiones de compras subsidiadas. El trabajo se adapta al reto de publicaciones limitadas sobre el área de behavioral economics en su aplicación a programas públicos, discutiendo los sesgos asociados con asistencia nutricional a través de una revisión de literatura centrada en publicaciones de Estados Unidos y trasladando ese análisis a Puerto Rico para catalizar la discusión sobre estos temas en la Isla. Al final, se presenta una recomendación de intervención gubernamental para integrar conceptos clave en la rama de behavioral economics.

Palabras claves: economía del comportamiento, sesgo, asistencia nutricional, subsidies, Puerto Rico

  

Abstract

This research paper presents an opportunity for public dialogue, while developing knowledge of issues relevant to the emerging economic discipline. Although the factors identified in previous publications on nutritional assistance can explain the effects of participating in Supplemental Nutrition Assistance Programs (SNAP), they can also be used to explain the presence of biases in human behavior related to participation of this type of subsidy. The acquired information allows space for a critical approach to Nutrition Assistance describing behavioral biases at three levels: decision to participate in the supplemental subsidy, relationship with the decision for work, and subsidized purchasing decisions. This paper adapts to the challenge of limited publications on the area of behavioral economics in its application to public programs, discussing the biases associated with nutritional assistance through a literature review focused on United States publications and transferring that analysis to Puerto Rico to catalyze discussions about these issues on the Island. The end of the research illustrates how key concepts from behavioral economics are integrated to present a recommendation for government action.

Keywords: behavioral economics, bias, SNAP, subsisdies, Puerto Rico

 

Introducción

Los Programas de Asistencia Nutricional (PAN o SNAP, por sus siglas en inglés) han generado debate público sobre la dependencia de subsidios gubernamentales y la perpetuidad de la pobreza. Sin embargo, poco ha ocurrido para transformar el diseño de estos programas públicos, tomando en cuenta el comportamiento humano. Particularmente en Puerto Rico, el PAN es descrito como el “programa de asistencia pública más importante” (Segarra, 1999 p. 1), debido a la cantidad significativa de beneficiarios. Como respuesta a su relevancia para el análisis socioeconómico, este trabajo de investigación toma participantes de Asistencia Nutricional como sujeto de estudio, y busca sumarse a otros referentes de una perspectiva económica que integra diversas disciplinas científicas para estudiar la toma de decisiones. Siendo un tema emergente en Economía, las investigaciones behavioral economics (economía del comportamiento) han brindado información valiosa para enriquecer el diálogo público sobre los temas de comportamientos económicos racionales y las manifestaciones heurísticas en los individuos.

En principio, se determinó que una mirada distinta a los programas públicos relacionados con el área de behavioral economics, como el PAN, puede aportar a un mejor diseño del programa en el futuro. La búsqueda inicial de datos, desde la perspectiva de behavioral economics, permitió formular la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles son los sesgos a los que responden las personas que reciben ayuda de PAN en tres niveles: su participación, sus decisiones por trabajo y sus compras con los fondos? El objetivo de esta publicación es responder dicha pregunta por medio de una revisión de literatura y trasladar ese análisis para presentar una recomendación de intervención gubernamental al caso de Puerto Rico.

Definiciones

Para propósitos de esta investigación, se ha decidido referenciar el concepto de behavioral economics, sin adjudicar una traducción y según definido por el economista Richard Thaler (2015), como el modo de estudio económico que “acredita a las personas con la cantidad justa de racionalidad y debilidades humanas” (p. 1800). El área económica emergente de behavioral economics incorpora información de otras ciencias sociales como la psicología, al estudio de los agentes económicos, proveyendo miradas más certeras sobre el comportamiento humano, donde la toma de decisiones es influenciada por múltiples factores y no se comporta bajo el presunto axioma de una racionalidad teórica (Thaler, 2017).

Para este trabajo, de igual forma se adopta la definición de sesgo descrita por el economista nobel Daniel Kahneman, siendo esto un “rasgo no-racional del comportamiento que produce errores sistemáticos en la toma de decisiones” (Kahneman, 2011, p. 8). Además, se acogen las siguientes definiciones para comportamientos sesgados que son identificados a través del texto, también descritos por Kahneman: anclaje (anchoring) - ocurre cuando “las personas otorgan un valor particular para una cantidad desconocida antes de realizar un estimado” (p. 119) y disponibilidad (availability) - se observa una “dependencia en la búsqueda de memoria fácil o conocida” (p. 129) cuando se enfrenta a una nueva toma de decisiones (Kahneman, 2011). Por último, se define la contabilidad mental (mental accounting) según Thaler, como un “sistema implícito que sirve para evaluar, regular y procesar el presupuesto personal” (Thaler & Sunstein, 2008 p. 50).

Revisión de Literatura

Decisión por participar del Programa

Existen diversos factores a considerar para explicar la relación entre los Programas de Asistencia Nutricional y sus niveles de participación, entre ellos, la cultura o trasfondo social de las personas beneficiadas y la arquitectura o diseño del programa. Estos programas públicos funcionan para asegurar un nivel básico de consumo en familias de bajos ingresos y, según Williamson y Whitmore (2012), la mayoría de los estudios observados sobre el tema sugieren que estos programas ofrecen un ingreso seguro que sirve como ancla a sus participantes.

A favor de la asistencia nutricional, James P. Ziliak habla sobre las razones por las que los estadounidenses participan del PAN. Según Ziliak (2013), algunas de las razones principales provienen directamente de la situación económica y del mercado laboral. Su investigación examinó las funciones relativas de la política y la economía en la participación del PAN a través de treinta años, aislando la influencia de cambios demográficos. Por medio de un análisis aislado de multivarianza, denominado 𝑆𝑁𝐴𝑃𝑖𝑗𝑡, el equipo concluyó que el aumento en la media de los ingresos causó una pequeña reducción en el número de beneficiarios del PAN, incluso si aún mantenían niveles elegibles para la asistencia.

Por otro lado, un estudio conducido por Eileen Segarra (1999), que tomó como sujeto a parejas casadas que recibían el beneficio del PAN en Puerto Rico, analizó la respuesta de los matrimonios a una reducción en el nivel de ingreso elegible para participar del Programa. La autora menciona que el beneficio máximo por familia en la Isla es “cerca de un 25 por ciento menor al de los 48 estados contiguos y el Distrito de Columbia” (p. 4), por lo cual la cantidad promedio de ingresos por familia no es similar al estudio de Ziliak y, en este caso, permite observar comportamientos decisionales independientemente del nivel de ingreso de los sujetos. El análisis en Puerto Rico identificó que las familias “redujeron su oferta laboral entre un 3.5% a un 4.5%” (p. 22), “para evitar perder su elegibilidad al Programa” (p. 21) y mantener su nivel de ingreso acostumbrado.

Los resultados en ambos casos sugieren que las personas elegibles a este programa emplean la contabilidad mental y a su vez responden a un tipo de sesgo conocido como anclaje. Esto significa que el nivel de ingreso necesario para su estabilidad sirve como punto de comparación para determinar cuánto dinero necesitan obtener en asistencia nutricional y compensar su nivel de presupuesto acostumbrado con horas trabajadas (Kahneman, 2011). De igual forma, según Ziliak (2013) los resultados identificaron que el beneficio del PAN es menor en hogares que no albergan múltiples generaciones, sugiriendo un patrón de comportamiento hacia la dependencia de asistencia nutricional en aquellos hogares donde las generaciones anteriores reciben el subsidio; lo que, para propósitos de esta investigación, describe un típico sesgo de disponibilidad.

Decisión por trabajo

Los niveles de beneficios a ser recibidos dependen del ingreso de la familia, de modo que, a menor ingreso, mayores beneficios y viceversa. En un estudio realizado por Williamson y Whitmore (2012), se determinó que los beneficios monetarios del PAN funcionan de manera intercambiable como efecto ingreso o efecto sustitución en la oferta laboral del beneficiario. El estudio, explica el caso de una persona trabajadora que ingresa a un programa de asistencia nutricional, y reduce las horas trabajadas, demostrando un efecto ingreso. Este efecto ingreso, es explicado en behavioral economics como un concepto de anclaje, debido a que la persona elige trabajar menos porque su nivel de ingreso acostumbrado (o ancla), ahora es alcanzado con una combinación entre subsidio y salario. Por otro lado, si una persona participante de un programa de asistencia nutricional puede obtener un trabajo, cuyo salario sea menor o igual a su salario de reserva, siendo en este caso el ingreso del PAN, la persona preferiría no ingresar al mercado laboral, tomando entonces un efecto sustitución, y demostrando nuevamente un anclaje con el nivel de ingreso acostumbrado.

Lo antes mencionado está correlacionado con el análisis sobre cómo los salarios mínimos afectan las inscripciones y los gastos en el PAN (Reich & West, 2015). Reich y West investigaron la diferencia, a nivel estatal y federal, en el salario mínimo entre 1990 y 2012, y encontraron que un aumento de 10 por ciento en el salario mínimo reduce la inscripción del PAN por un promedio de 2.8 por ciento y reduce un 1.9 por ciento de los gastos del programa. Manteniéndose dentro de los parámetros de elegibilidad, si el salario mínimo federal aumentase de $7.25 a $10.10 la hora, la inscripción se reduciría entre un 7.5 y 8.7 por ciento o en 3.1 a 3.6 millones de dólares con los datos del año 2012. Asimismo, los gastos anuales disminuirían seis por ciento o unos 4.6 mil millones de dólares (Reich & West, 2015). Estos datos explican un efecto sustitución en la decisión por empleo, así como el uso de contabilidad mental y anclaje en los participantes, quienes determinan innecesario el uso de los beneficios gubernamentales, ya que alcanzan un nivel de ingreso deseado con su nuevo salario más alto. Este análisis de aumento de salarios no toma en consideración cambios en el nivel de empleo (o desempleo); no obstante, ejemplifica el efecto de otras decisiones gubernamentales no necesariamente vinculadas con el PAN, que tienen un efecto directo en los programa públicos y a su vez influyen el razonamiento sesgado de la población.

En el análisis del caso de Puerto Rico conducido por Segarra (1999), se esperaba que “el efecto sustitución en la decisión por trabajo provocara un aumento en horas trabajadas para aquellas familias que perdían su elegibilidad al PAN” (p. 2). No obstante, los datos revelaron que “el ajuste en restricciones de elegibilidad no produjo un aumento en horas trabajadas” (p. 21). Contrario a la teoría laboral, se descubrió que las mujeres casadas redujeron sus horas trabajadas, con el propósito de mantener a su familia dentro de los parámetros elegibles para el PAN. Estos resultados refuerzan la aplicación de la rama de behavioral economics, ya que sugieren la presencia imperante del anclaje con el nivel de ingreso acostumbrado por el beneficio.

Una mirada paralela al estudio de Puerto Rico con el descrito por Reich y West, comprueba la manifestación de comportamientos sesgados o “irracionales” independientemente la condición económica y el contexto laboral de los sujetos de estudio. Por un lado, las personas en Estados Unidos (Reich y West, 2015) dejaron de recibir el beneficio del PAN a pesar de continuar siendo elegibles, pues un aumento en salarios les permitió alcanzar su nivel de ingreso ancla utilizando horas trabajadas; mientras, los sujetos en Puerto Rico (Segarra, 1999) determinaron disminuir sus horas trabajadas para continuar dentro de los parámetros de elegibilidad y así mantener su nivel de ingreso ancla utilizando el PAN.

Añadiendo al tema de empleo, en 1996 el gobierno de los Estados Unidos, realizó una reforma a su programa de asistencia social TANF, para promover que los recipientes de ayudas consiguieran trabajo. Sin embargo, un estudio realizado por Danziger, K., Danziger, S., Seefeldt, y Shaefer (2015) identificaron que las personas de bajos ingresos que abandonaron el programa para trabajar, tuvieron dificultades en mantener un trabajo estable. El estudio explica que algunos programas de asistencia social tienen como requisito poseer un empleo con la intención de crear un sistema de estabilidad de ingresos basado en trabajo. Sin embargo, el requisito funciona solo si las condiciones económicas del país proveen opciones de trabajo que permitan la movilidad socioeconómica (Danziger et al., 2015).

Entre sus hallazgos, Danziger et al explican que, los pasados beneficiarios de diversos programas de asistencia gubernamental que ingresaron al empleo como requisito, ganaron menos de la mediana salarial en su mercado laboral. Siguiendo la mirada de behavioral economics, los sistemas de este tipo provocan un sesgo de anclaje para la formulación de la cantidad de ayuda que el individuo puede recibir. No obstante, la falta de un diseño adecuado para la selección de empleo, contribuye a perpetuar la pobreza del individuo, debido a los costos de vida y la paga de impuestos. Estos últimos representan de inmediato un porcentaje mayor en el nuevo presupuesto, lo cual no es contemplado en la contabilidad mental cuando el salario de reserva proviene únicamente de asistencia gubernamental. Según Danziger et al  (2015), para lograr la inserción al mercado laboral y la eventual salida de un programa público, las personas de clase baja deben contar con una opción que les provea el mayor ingreso posible a la vez que reciben servicios adicionales de apoyo transicional, como cursos de manejo presupuestario y/o talleres de educación financiera, así logrando modificar su ancla de ingresos y su contabilidad mental.

Decisiones de compra con el subsidio

Con relación a las decisiones de compra, Ammerman, Hartman y DeMarco (2016), presentan en un artículo la influencia de behavioral economics en la dieta de beneficiarios del PAN. Esta investigación establece que las decisiones de consumo de los participantes son influenciadas por aspectos no vinculados a barreras económicas, ya que las personas de bajos ingresos que reciben asistencia suplementaria, seleccionan comidas que no son beneficiosas con relación al valor nutricional, aunque puedan pagarlas. Los autores plantean una mirada al tema de behavioral economics a partir de su hipótesis, donde definen el concepto de inseguridad alimentaria como un fenómeno, no limitado a la falta de dinero para adquirir alimentos, sino extendido al razonamiento cognitivo para el uso de los fondos disponibles. El artículo identifica varios escenarios donde el diseño de la tienda, la falta de restricciones a ciertos alimentos y la sobrecarga de opciones resultan en compras de comida con poco valor nutricional, demostrando la existencia de sesgos en el comportamiento de los usuarios del PAN, que no van ligados a seguridad económica que se espera de este beneficio público (Ammerman et al, 2016).

Consecuentemente, el artículo publicado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos por Coleman-Jensen, Gregory y Singh (2014), presenta estadísticas de la encuesta sobre la seguridad alimentaria, los gastos en comidas y los programas de asistencia nutricional en hogares norteamericanos. Esta información parte de la premisa de que el acceso a una alimentación saludable está limitado por “falta de dinero y otros recursos” en los hogares. La encuesta cubrió un total de 42,147 millones de hogares estadounidenses. Los resultados presentaron que 17.5 millones de hogares (14.3%) experimentaron inseguridad alimentaria. No obstante, de estos hogares el 62 por ciento informó estar participando en al menos uno de los programas federales de asistencia nutricional (PAN, WIC, o Almuerzos Escolares). Estos datos indican que los programas de asistencia nutricional reducen la inseguridad alimentaria por el lado del alivio económico (proveen dinero para comprar comida), pero no necesariamente redundan en una dieta saludable. La inseguridad alimentaria, por lo tanto, no es solo un factor de acceso monetario, sino que responde a otras variables ubicadas directamente en el comportamiento y razonamiento humano.

Los autores Richards y Sindelar (2013) comprueban que existen varios conceptos de behavioral economics presentes en las decisiones de comida por participantes del PAN. Richards plantea que las propuestas para modificar el programa de asistencia nutricional no consideran los elementos del comportamiento que impiden las compras nutritivas. El artículo sugiere como alternativa la implementación de conceptos de behavioral economics para diseñar varios programas. Estos programas tendrían incorporados métodos como recompensar las compras saludables con un aumento en beneficios del PAN, incluyendo una revisión mensual automática con un máximo de bono permisible y la elaboración de una lista de “alimentos elegibles recomendados”, la cual se distribuiría al usuario según su composición familiar y referente al momento de realizar sus compras. Por medio de dos estudios piloto, el equipo de Richards concluyó que las personas responden a diversos sesgos al adquirir sus alimentos y que las intervenciones de behavioral economics suponen una oportunidad de alcanzar resultados sin modificar los programas públicos con restricciones (Richards & Sindelar, 2013).

Conclusiones y recomendaciones

El área de la Economía de behavioral economics funciona de base teórica para evaluar Programas de Asistencia Nutricional Suplementaria, con el propósito de conocer los motivos inherentemente cognitivos por los cuales las personas participan de los mismos. Uno de los objetivos principales de este artículo es identificar los sesgos asociados con la participación del PAN en tres niveles: participación, trabajo y consumo. Por los hallazgos en la revisión de literatura se identificó que los beneficiarios del PAN responden a tres sesgos principales: contabilidad mental, anclaje y disponibilidad, que son identificados en cada nivel decisional.

Esta información brinda una base para enfocar la discusión sobre las alternativas existentes, que permitan satisfacer necesidades básicas mediante una seguridad de ingresos y reduzcan las posibilidades de dependencia gubernamental a largo plazo. No obstante, existen aún muy pocas investigaciones que trabajen el tema de behavioral economics en su aplicación a programas públicos, lo cual representa una limitación a los hallazgos de esta búsqueda de información. En adelante, se exhorta a la comunidad académica y científica a continuar desarrollando investigaciones y publicaciones que enriquezcan las bases de discusión sobre temas relacionados a esta rama de la Economía.

Partiendo de los hallazgos y reconociendo las limitaciones identificadas a lo largo del trabajo, se propone una intervención dirigida a los jóvenes cercanos a graduarse de escuela superior, donde el gobierno existe en un contexto educativo que sigue el sistema K-12. La intervención comienza por seleccionar un grupo de escuelas superiores y trabajar con las poblaciones de duodécimo grado en estas escuelas. Se presume que los estudiantes en esta etapa de estudios obtienen sus referencias de información financiera y laboral de fuentes inmediatas como familiares y amistades. Además, son más susceptibles a modificar su comportamiento y reducir la presencia sesgada en sus decisiones económicas. Los siguientes tres se han identificado como axiomas principales:

  • Los agentes NO son seres racionales

  • Los agentes están debidamente capacitados para obtener un empleo

  • Los agentes reciben al menos una ayuda económica gubernamental

El diseño del programa recorre un total de siete componentes, y ocupa una visión a largo plazo por una duración aproximada de siete años para cubrir todas sus fases y generar resultados contundentes. Primero, se realizará un cuestionario sobre sus expectativas educativas posgraduación de la escuela, y su percepción financiera de estudiar en la universidad. Luego, se les ofrecerá una conferencia sobre planificación financiera para la universidad, presentando como componentes las becas aplicables y los gastos promedio de estudiantes en su misma posición. Durante la orientación, se les presentarán distintos escenarios de presupuesto. Se demostrará el nivel de estabilidad financiera de una persona que sólo depende del PAN, un segundo escenario sería de una persona que trabaje por salario mínimo, y un tercero donde se combinan los dos escenarios. A la vez se explicarán los cambios en nivel de ingreso, siguiendo escenarios de una persona empleada y otra desempleada, donde ambas sean beneficiarias del PAN. De igual forma, se les orientará sobre personas con un mismo trasfondo para minimizar los efectos heurísticos en la toma de decisiones (anclaje y disponibilidad). Los PAN serán presentados como una posibilidad de ayuda durante sus años de estudio porque, si deciden estudiar en una universidad o un instituto, muchos calificarían para los PAN por ser estudiantes. En esta actividad también se les brindará información de los requisitos para recibir ayudas públicas como becas, préstamos y PAN. Luego de participar de las orientaciones, se les volverá a hacer una encuesta para medir si hubo cambio en percepciones o conductas económicas.

Siguiendo esta intervención se busca provocar un de-sesgo de disponibilidad y anclaje en los jóvenes que de alguna manera directa o indirecta guardan relación con beneficiarios dependientes del PAN en su hogar y no tienen niveles de ingreso representativos de su realidad como estudiantes. Además, se busca modificar su percepción del PAN hacia una ayuda temporera en sus años de estudios. Se espera observar que, a medida que los jóvenes se vayan desarrollando como profesionales, disminuyan la necesidad de recibir PAN y sientan que su beneficio del programa debe culminar una vez dejen de ser estudiantes y entren al mundo laboral. En adición, se espera que la mayoría de los partícipes reduzcan progresivamente la necesidad del uso de la asistencia gubernamental, y la sustituyan por un ingreso laboral, evitando la dependencia del programa a largo plazo.

Se sugiere utilizar la información recopilada de las encuestas para construir el perfil de cada participante donde cada uno tendría un número específico para mantener anonimidad en los encuestados. Primordialmente, se realizará una encuesta de cuántos familiares y/o allegados de los participantes son beneficiarios del PAN. Además, estos serán evaluados al momento de graduarse de la escuela para conocer cuántos realizarán estudios subgraduados y las fuentes de ingreso que planifican utilizar para cubrir sus gastos. Las encuestas realizadas en este periodo se utilizarán para actualizar el perfil de la persona. Luego, se reevaluarán al momento de terminar los estudios subgraduados y finalmente dos años después de culminados. Las últimas dos encuestas medirán la transición de los jóvenes al mundo laboral luego de la universidad y la utilización del PAN, identificando si continúan con los beneficios en conjunto con un salario, si ya no participan, o si solo reciben PAN. Esta secuencia de encuestas permitirá evaluar el cambio en disponibilidad y medir el éxito de la intervención diseñada.

 

Referencias 

Ammerman, A. S., Hartman, T., & DeMarco, M. M. (2016). Behavioral Economics and the Supplemental Nutrition Assistance Program: Making the Healthy Choice the Easy Choice. American Journal of Preventive Medicine, 52(2S2), S145–S150. doi.org/10.1016/j.amepre.2016.08.017

Coleman-Jensen, A., Gregory, C., & Singh, A. (2014). Household Food Security in the United States in 2013. USDA-ERS Economic Research Report Number 173. dx.doi.org/10.2139/ssrn.2504067

Danziger, K., Danziger, S., Seefeldt, K., & Shaefer, H. (2015). From welfare to a work-based safety net: An incomplete transition. Journal of Policy Analysis and Management, 35(1), 231-238. doi:10.1002/pam.21880

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Richards, M. R., & Sindelar, J. L. (2013). Rewarding Healthy Food Choices in SNAP: Behavioral Economic Applications. The Milbank Quarterly, 91(2), 395-412. doi: 10.1111/milq.12017

Segarra Alméstica, E. (1999). The Effect of Income Eligibility Restrictions on Labor Supply: The Case of the Nutritional Assistance Program in Puerto Rico. Serie de Ensayos y Monografías, Núm. 97. Unidad de Investigaciones Económicas Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Sociales UPR-RP. http://economia.uprrp.edu/ensayo 97.pdf

Thaler, Richard H. (2017). Behavioral Economics. Journal of Political Economy 125 (6), 1799-1805. https://www.journals.uchicago.edu/doi/full/10.1086/694640?mobileUi=0&.

Thaler, Richard H.; Sunstein, Cass R. (2008). Nudge: Improving Decisions about Health, Wealth, and Happiness. New Haven: Yale University Press.

Williamson, H. y Whitmore, D. (2012). Work incentives and the Food Stamp Program, Journal of Public Economics, 96(1-2), 151-162. doi:10.1016/j.jpubeco.2011.08.006.

Ziliak, J. P. (2013). Why Are So Many Americans on Food Stamps? The Role of Economy, Policy, and Demographics. SNAP Matters: How Food Stamps Affect Health and Well-Being (pp. 18–48). Stanford, California: Stanford University Press.  https://uknowledge.uky.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1019&context=ukcpr_papers

 

Notas:

[1] Este artículo se basa en los resultados de un proyecto investigativo titulado “Heurísticas del comportamiento asociado con la participación en el Programa de Asistencia Nutricional Federal”, el cual contó con la colaboración de Rafael W. Molina Berríos y Luis F. Díaz Hernández. Este fue desarrollado como tarea final para el Seminario de Análisis Económico y Financiero Aplicado (FINA 4001), dirigido por el profesor Manuel Lobato Vico, en la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

Revista [IN]Genios, Vol. 5, Núm. 2 (abril, 2019).
ISSN#: 2374-2747
Universidad de Puerto Rico, Río Piedras
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Posted on April 13, 2019 .